¿Utilizar el rosa en decoración?

¡Hola a todos!
Hoy quería mostraros unos ambientes con tonalidades pastel
en los que predominan los blancos y los grises.
Pero en todos ellos se ha introducido algún elemento de color rosa.
El blanco es el color por excelencia en la decoración,
porque nos aporta luminosidad, amplitud visual y
favorece la integración y combinación de elementos muy diversos.
Significa pureza, verdad o inocencia, pero también puede representar frialdad,
poca vitalidad, vacío o ausencia.
El gris es el color de las piedras y los días de lluvia.
Como el beige y el marrón, es un color neutro, transición entre el blanco y el negro.
Es un recurso excelente para incorporar otros colores
dando una sensación de orden y tranquilidad a la decoración.
 Pero puede resultar un color triste, porque simboliza una fusión
de luces y sombras, alegrías y penas.
Para quienes os gustan los colores neutros como el
blanco, gris o gamas de beige,
os propongo la incorporación de elementos en color rosa
para romper la monotonía o la sensación de frialdad de los ambientes.
El rosa es un color dulce, que identificamos con la inocencia.
Al ser una tonalidad pastel combina perfectamente con las anteriores,
pero no olvidemos que tiene cierto matiz de rojo en el fondo,
aunque muy sutil,
un punto de energía o alegría que a mi particularmente me encanta.
Un toque de rosa, mas o menos claro, da una sensación
mucho mas viva a estas tonalidades neutras,
haciéndolas un poco mas acogedoras.
Si queréis hacer la prueba solo tenéis que tapar con la mano los elementos en rosa
de estas tres primeras fotografías para ver la diferente sensación
que producen estos ambientes.
En la fotografía de abajo la butaca tapizada en rosa y el cojín
le quitan sobriedad al gris oscuro del sofá.
La sensación acogedora se refuerza además con la textura de la alfombra.
Cuando añadimos un tono de amarillo al rosa obtenemos un delicado
y sensual color que nos recuerda a la carne.
En un ambiente en rosa y blanco, la madera
libros antiguos o elementos tostados o marrones
consiguen una estancia relajada y entrañable.
Cálida pero sin resultar infantil o demasiado femenina,
cosas que nos asustan a la hora de decantarnos por el rosa en las paredes.
Si no os atrevéis a pintar toda una pared en rosa probad a colgar algún elemento
en este tono para ver como rompe la frialdad del blanco
y de los tonos grises.
(Haced la prueba cubriendo y descubriendo con la mano la blusa colgada).
Y para quienes el rosa os tenga «casi» convencidos el color rosa,
mirad la habitación de abajo
donde se consigue un aire muy actual añadiendo elementos
en negro en la decoración.
Igual os ayuda a acabaros de decidir.
Los textiles geométricos con dibujos en blanco y negro
también le quitan la connotación «pastel» al rosa.
Y la idea de mezclar las blondas en distintos tonos a modo de cortina
con la fuerza de los estampados en blanco y negro me parece
muy innovadora.
Otra tendencia del momento son las banderas de pared o banderines.
Aquí tenéis una idea para incorporarla de una manera sencilla,
hecha por vosotros mismos. Podéis dar un toque cálido y moderno
en cualquier habitación, como un despacho o un dormitorio.
(Bajo las tres últimas fotos tenéis el enlace a la página
alemana donde aparecen las instrucciones para hacer vosotros mismos
estas originales cortinas.
Los más manitas ya tenéis ideas para decorar el alma el fin de semana,
para que vayáis haciendo las pequeñas compras que necesitéis.)
Os deseo un día «de color de rosa»
Elisa
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